Ágora

Un blog del IES G.M. Jovellanos

¿Qué editor de texto uso?

Cualquiera que haya empezado a dar sus primeros pasos en el mundo de los ordenadores tarde o temprano se habrá hecho esta pregunta. Tanto si te dedicas al desarrollo de software como si lo que te gusta más es el cacharreo y la administración de sistemas, escribir archivos de texto es algo que habrás necesitado hacer.

En Linux, además es muy habitual tener que trabajar con ficheros de texto plano para muchas cosas ya que es un formato muy usado para guardar datos de configuración. Si además te quieres dedicar a escribir programas, ten por seguro que pasarás muchas horas editando ficheros de texto.

Elegir un editor de texto es un tema muy particular. Yo siempre digo que el mejor editor de textos es el que conoces bien y al que sabes sacarle todo el partido. Normalmente, todos los editores de texto nos ofrecen muchas opciones, tanto de serie como incorporadas mediante extensiones o plugins. Conocerlas bien puede suponer que trabajemos mucho más rápido y que hagamos que el editor haga tareas repetitivas por nosotros. Ejemplos de estas tareas pueden ser: formatear o alinear bien un código de programación o una tabla, auto-rellenar palabras frecuentemente usadas o gestionar plantillas de texto, etc.

En el mundo de la terminal de comandos también tenemos importantes editores de texto con gran potencial. Aunque te hayas acostumbrado a trabajar con editores de texto en tu entorno de ventanas no es ninguna tontería que aprendas a manejar editores de textos en un entorno de terminal, puesto que quizás algún día tengas que utilizar una máquina de forma remota (como es el caso de Hipatia) y editar ficheros dentro de su terminal.

Para trabajar con ficheros de texto desde la terminal existen multitud de editores que pueden serte útiles. El primero de ellos, por empezar por el que tiene una menor curva de aprendizaje para usuarios noveles, sería nano. Este editor tiene un funcionamiento básico muy sencillo pero no por eso hemos de quitarle importancia. Posee numerosas opciones de personalización con las que podremos ir adaptándolo a nuestras necesidades. Más allá de nano, encontramos tanto emacs como Vim dos editores enfrentados en una batalla eterna ;-)

Ambos son editores altamente personalizables aunque tienen una curva de aprendizaje algo más pronunciada que nano y por eso suelen alejar a los usuarios novatos. No hay que tenerles miedo. Yo personalmente utilizo emacs desde hace más de quince años. Y aunque he aprendido mucho sobre el durante este tiempo todavía descubro mecanismos nuevos y formas de trabajar que me permiten resolver problemas más rápidamente.

Uses el que uses te animo a probar otros y, sobre todo, a aprender los secretos del que más te guste. Conocer tu editor bien es fundamental para ser productivo.

Escrito por sdemingo el 25/10/2022